lunes, 8 de noviembre de 2010

LA COMODIDAD AUNQUE PLACENTERA, NO CONDUCE A NUESTRA REALIZACIÓN PERSONAL NI PROFESIONAL

Relajados y "a la sombra" de modo que creamos que "poco" nos haga falta, nos estancamos, es cierto y por ello conviene evaluar qué tan cómodos nos encontramos y cuánta visión perdemos por ello. La búsqueda permanente de nuestra realización personal y profesional nos exige a veces, para un mayor empuje, vernos en circunstancias desfavorables, en condiciones de inconformidad, en momentos de dificultad, frente a obstáculos por franquear, ante situaciones de dolor y calamidades o simplemente requerimos de la insatisfacción como voz de alerta que nos hace mirar hacia nuevos horizontes y nos señala el camino a emprender hacia la realización de los sueños. Si el panorama es de insatisfacción, desolador o de incomodidad percibimos que poseemos más aspiraciones, que anhelamos avanzar en la búsqueda, que somos más soñadores y que no nos complacemos en lo que hay, en lo que tenemos o hacemos y eso es bueno, es positivo trascender las fronteras de lo cotidiano para volar más alto y cada día llegar más lejos. De modo que en lugar de desesperarnos cruzados de brazos agobiados y deprimidos en circunstancias tales, erradiquemos de nuestra mente los pensamientos negativos y actuemos en nuestro propio favor que sí es verdad (un sí rotundo) que podemos afrontar de modo optimista y entusiasta cuanto suceda, sólo si queremos. Todo podremos vencerlo ya lo han demostrado muchas personas a través de los miles de casos de superación que la historia de la humanidad ha contado por experiencias vividas. Cuántas veces la necesidad ha creado la solución; sí, y es que no vemos cómo salir hasta tanto no somos nosotros los que estemos encerrados y esto aplica para cantidad de circunstancias. Asumimos más la actitud de remediar las situaciones cuando es a nosotros directamente a quienes nos afectan por más que las hemos notado en cabeza de los demás. Es una paradoja el hecho de que veamos el dolor ajeno, las circunstancias de dificultad y sólo atinemos a remediarlas, a emprender soluciones cuando ellas nos tocan directamente a nosotros aún sabiendo que aquello que afecta a los demás un día cualquiera a nosotros mismos nos puede llegar a suceder. Una doble reflexión vale la pena reiterar, por un lado la invitación a salir adelante sin lugar a dudas emprendiendo el camino hacia la realización de nuestros sueños aún en circunstancias de dificultad usando las caídas y momentos de dolor como un peldaño más en la avanzada, como un mayor motivo que nos mueva a surgir; por otro lado dejarnos tocar por lo que a los demás suceda, ser más sensibles ante el dolor, ante las calamidades ajenas y así estaremos haciendo una vida en la que Servir es Ser feliz. Por>: ORLANDO GIRALDO ARANGO, OGA

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